Lucía Baquedano, en este libro, plantea de forma atractiva el sistema educativo de 1981, insertado en una peculiar historia de la vida de Muriel.

El libro está muy bien ambientado, ya que describe con total detalle la diferencia de vida que hay entre la ciudad y el pueblo. Cuando empecé a leer la obra, la descripción del pueblo me hizo sentir lo mismo que Muriel, sin embargo, según avanza  con las nuevas descripciones que hace la protagonista sobre sus sentimientos, he ido descubriendo a la par que ella que no era Bairechea, como pensaba la protagonista.

El libro ha despertado mucho mi interés, en el tema del retraso que puede llegar a existir de las zonas agrícolas a las zonas urbanizadas, aunque en la actualidad está diferencia cada vez es menor, sigue habiendo pequeños pueblos, donde los jóvenes siguen la tradición agrícola.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que aparece uno de los temas que hemos tratado en la teoría, es que en este libro la profesora se preocupa por enseñar valores a sus alumnos, y no solo conocimientos.

Esta obra me ha hecho reflexionar sobre la profesión que he escogido para mi futuro, y gracias a esta me he dado cuenta, que no solo es una profesión para poder

 formar a los alumnos y que el día de mañana puedan encontrar un puesto de trabajo, sino que también debemos educarlos como personas, ayudándoles a su perfeccionamiento y a su desarrollo, para que en un futuro puedan vivir en sociedad sin ningún tipo de problema.

Me gustaría recomendar este libro a todos los estudiantes que en un futuro serán maestros, ya que te ayuda a darte cuenta de la importancia y la responsabilidad que vamos a tener.